Una
noche de verano Sofía estaba en el jardín de su casa cuando de pronto algo
llamo su atención, era una sombra que tenía el aspecto de un pájaro pero casi
no tenía pico, así que lentamente se acercó, lo observo un largo rato y se dio cuenta
que era una lechuza.
Al
día siguiente casi a la misma hora estaba la misma lechuza posada sobre el
mismo poste observándola fijo, así que ella incomoda por su firme mirada entro,
se lo conto a su pareja y luego se fueron a dormir.
Al
despertar miro a su alrededor y quedo impactada al no ver el anillo más
preciado por ella que había sido un regalo de su abuelo cuando ella era chica,
al instante se levantó y fue a preguntarle a su pareja si él lo había visto y
este le respondió que no.
Al
siguiente día noto que a su pareja le faltaba la billetera así que lo llamo
para que juntos la busquen, y al salir al patio observo que la lechuza seguía
allí parada mirándolos así que procedieron a entrar a su casa.
Ese
mismo día antes de ir a dormir cerraron todo con llave, se fueron a acostar y
esperaron un rato despiertos para notar si había algún movimiento raro o un
ruido, luego de una hora escucharon como que algo tocaba su ventana así que
Sofía rápidamente se levantó y fue a observar a ver si algo ocurría. Cuando
llego ya nada había en su ventana así que frustrada y un poco atemorizada se
fue a dormir.
A
la mañana siguiente cuando fue a despertar a su pareja a esta le faltaban los
ojos y yacía sobre la cama, Sofía en ese instante comenzó a gritar y
rápidamente llamo a la policía porque algo había sucedido, cuando por fin llego
la policía la interrogaron y ella sostenía que no sabía nada así que la policía
procedió a llevársela a la comisaria
como una presunta asesina. Al salir observo a que en el poste estaban apoyados
los ojos pero la lechuza ya no estaba, en ese momento enloqueció y comenzó a
gritar “la lechuza, lechuza ella causo esto, fue ella”
-Sol Segovia Sanchez